Nuda Propiedad y divorcio: ¿qué ocurre?

En situaciones de divorcio, la nuda propiedad puede generar inquietudes entre las dos partes implicadas.

En la siguiente guía recogemos las principales dudas y te damos unos cuantos consejos para que este proceso te resulte más sencillo. Aprenderás a gestionarlo desde el primer momento. 

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Divorcio y nuda propiedad 

En la nuda propiedad, la persona tiene el derecho de poseer y utilizar una propiedad, pero no a percibir los beneficios económicos que genera la misma. 

En el caso de producirse un divorcio, si la pareja adquirió la nuda propiedad conjuntamente y uno de los cónyuges desea mantener la propiedad, se puede considerar la opción de transferir la parte de la nuda propiedad al otro cónyuge que desea mantenerla a parte de un dinero. Es una de las situaciones más habituales y, si el divorcio se lleva a cabo de manera amistosa, no debería haber problemas.

Es importante recordar que el cónyuge que retiene la nuda propiedad no tiene derecho a utilizar la propiedad ni a recibir ingresos de la misma, pero mantiene el derecho a disponer de una parte del valor de la propiedad en caso de venta o transferencia. 

También hay que tener en cuenta que la transferencia de la nuda propiedad puede tener implicaciones fiscales y financieras, por esa razón es tan importante buscar asesoramiento legal antes de tomar esta decisión. No es una decisión que deba tomarse a la ligera.

Cómo afecta el divorcio a la Nuda Propiedad y el usufructo

Si en un divorcio la propiedad está sujeta a una nuda propiedad y a un usufructo, la división puede ser más compleja. Es otro de los casos más habituales y también es importante ponerlo sobre la mesa, para ver qué hacer en estos casos.

Si un cónyuge tiene la nuda propiedad y el otro cónyuge tiene el usufructo, se debe determinar cómo se dividirá la propiedad entre las partes implicadas. Por ejemplo, si la propiedad es una casa, puede haber una discusión sobre quién vivirá en la casa y cómo se distribuirán los gastos asociados con la propiedad. 

Si ambas partes quieren continuar teniendo la propiedad, se puede acordar que uno de los cónyuges mantendrá la nuda propiedad y el otro cónyuge mantendrá el usufructo. Alternativamente, se puede llegar a un acuerdo para que la propiedad se venda y que los beneficios se dividan entre ambos cónyuges. A veces es lo mejor.

Consideraciones legales y económicas en función del régimen económico matrimonial

La situación puede ser diferente en el caso del régimen económico del matrimonio, dado que no sucede lo mismo si se está en gananciales que en separación de bienes.

  • En un régimen de separación de bienes, cada cónyuge mantiene la propiedad de los bienes adquiridos antes o durante el matrimonio. Esto es lo más fácil, por lo que en el caso de una separación o divorcio, la propiedad de la nuda propiedad dependerá de quién la haya adquirido. Si la compraron ambos al 50%, tendrán que acordar la división de la misma. Si es solamente de uno, seguirá siendo de ese cónyuge y no afectará en absoluto al otro.
  • En un régimen de gananciales, todas las propiedades adquiridas durante el matrimonio se consideran propiedad conjunta de ambos cónyuges, lo que significa que ambos tienen el derecho a utilizar la propiedad y a recibir los beneficios económicos de la misma. En caso de una separación o divorcio, la propiedad de la nuda propiedad se dividirá entre ambos cónyuges.
  • Acuerdos prenupciales o de divorcio: también se pueden llevar a cabo ciertos acuerdos en los que se puede especificar cómo se dividirá la propiedad y quién mantendrá la nuda propiedad y el usufructo en caso de un divorcio. Es una forma de dejar todo más atado y que el proceso sea más fácil el día de mañana.

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Proceso para dividir o administrar la Nuda Propiedad durante el divorcio

¿Cómo dividir la nuda propiedad? ¿Qué opciones hay? Para dejar todo lo más atado posible, en casos de nuda propiedad y divorcio debes saber cómo dividir la nuda propiedad de la manera adecuada. Estas son las opciones que a menudo se contemplan:

  • Venta de la propiedad: el hecho de vender la propiedad y dividir los ingresos de la venta es lo más frecuente entre los cónyuges. Claro que, es un proceso que puede llevar tiempo y puede conllevar una serie de gastos.
  • Transferencia de la nuda propiedad: otra opción que puedes contemplar es transferir la nuda propiedad al otro cónyuge, de tal forma que uno tenga la propiedad y el otro el usufructo. Es interesante sobre todo si uno de los cónyuges quiere seguir viviendo en la vivienda. 
  • Alternar el uso de la propiedad por temporadas: aunque es una opción poco popular, puede ocurrir que los dos cónyuges estén interesados en usar la propiedad en diferentes momentos del año. Puede ser interesante sobre todo si hay hijos de por medio.
  • Compartir la propiedad: tampoco es lo habitual, pero en el caso de una separación amistosa, se puede contemplar la opción de compartir la propiedad. Con lo cual, los dos tendrán la nuda propiedad y el usufructo de la propiedad, por lo que ambos deben compartir los gastos. 

Acuerdos entre las partes y mediación en caso de conflicto

Si se plantea un proceso de divorcio y una nuda propiedad, lo ideal pasa por llegar a acuerdos entre las partes y considerar la mediación en caso de conflictos. 

Los acuerdos entre las dos partes son indispensables en caso de divorcio. Estos pueden ser formales o informales y pueden incluir ciertos términos sobre la propiedad, el uso de la propiedad, el pago de los gastos, los impuestos, etc.

En el caso de ser un divorcio difícil y de no llegar a un acuerdo, la mediación es la mejor opción que se puede considerar. En este ámbito, un mediador puede ayudar a las partes a llegar a un acuerdo sobre la propiedad y la división de la misma, para así evitar los largos y costosos procesos legales, porque no merece la pena.

Lo ideal es tratar de alcanzar un acuerdo que sea justo y equitativo para ambas partes. Por lo que se vuelve imprescindible buscar asesoramiento legal y considerar todas las opciones que hay sobre la mesa antes de tomar una decisión.

Homologación judicial del acuerdo y modificaciones en el Registro de la Propiedad

Tras llegar a un acuerdo entre ambas partes, el paso siguiente es la homologación judicial del acuerdo y las modificaciones necesarias en el Registro de la Propiedad

Es decir, el juez debe revisar y aprobar el acuerdo entre las partes. Luego, se podrá modificar el Registro de la Propiedad para reflejar los cambios en la propiedad de la nuda propiedad. Es un proceso que puede implicar una serie de costes y puede llevar su tiempo, por lo que se debe tener liquidez y también paciencia. 

Consejos para abordar la Nuda Propiedad en un divorcio

1. Comunicación abierta y transparente entre las partes

En un proceso de nuda propiedad y divorcio, que exista una comunicación abierta y transparente es clave para abordarlo de la mejor manera posible. Lo ideal es que ambas partes sean honestas y estén dispuestas a escuchar y considerar las necesidades del otro. 

Si las partes no consiguen entenderse, siempre se puede considerar la mediación. Es la manera más práctica de resolver conflictos entre las partes y llegar a un acuerdo.

2. Análisis de las necesidades y expectativas de cada cónyuge

Uno de los principales problemas que pueden surgir en el caso de un divorcio y de la nuda propiedad, es que los cónyuges tengan necesidades o expectativas diferentes. Por ejemplo:

  • Necesidades de vivienda: uno de los primeros aspectos a considerar, es si se necesita o no esa vivienda. Puede que un cónyuge la necesite o bien que los dos tengan la necesidad de quedarse a vivir en la vivienda.   
  • Necesidades financieras: puede ocurrir que los cónyuges necesiten dinero en efectivo o liquidez, con lo cual se plantea un nuevo escenario a tener en cuenta.
  • Necesidades emocionales: el tema emocional también tiene mucho peso, por lo que puede ocurrir que una de las partes sienta un apego emocional por la propiedad y quiera quedarse a vivir en la misma o no venderla.  
  • Expectativas futuras: pensar en el día de mañana es algo habitual y también puede dar lugar a un escenario nuevo.

3. Asesoramiento legal para comprender derechos y obligaciones

En estas situaciones, buscar asesoramiento legal es indispensable para comprender los derechos y las obligaciones de cada cónyuge y así tomar decisiones informadas sobre la división de la nuda propiedad si se produce un divorcio. 

Por ello, es importante tener al lado a un abogado especializado en derecho de familia con experiencia en la división de la propiedad. Es así como se podrá hacer la mejor operación posible para ambas partes.

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Protección de los derechos de los cónyuges y del usufructuario

En una situación de división de nuda propiedad en el caso de divorcio, es fundamental tener en cuenta una serie de consideraciones legales. En primer lugar, desde el punto de los derechos de propiedad, que se deben respetar durante la división de la nuda propiedad. 

Este tipo de operaciones también están sujetas a una serie de obligaciones financieras. Además de los impuestos y los gastos asociados a la propiedad, que incluso pueden variar dependiendo de la comunidad autónoma en la que residas.

Medidas para prevenir y resolver conflictos

Para prevenir y resolver conflictos, es fundamental ser abierto, escuchar al cónyuge y, en el caso de no llegar a un acuerdo, es indispensable considerar la medicación. 

Saber gestionar la nuda propiedad si los cónyuges se divorcian, puede no ser fácil. Sin embargo, que exista una buena relación entre ambos y que ambos tengan claro lo que quieren hacer con sus propiedades, es fundamental para que el proceso sea más rápido y más fácil para las partes.