¿Puede el usufructuario echar al nudo propietario? | Guía 2024

Si eres usufructuario de una vivienda, es decir, si posees el usufructo de la misma, es posible que te preguntes si puedes echar al nudo propietario.

En la siguiente guía te damos la respuesta, para que salgas de dudas.

¿El usufructuario puede echar al nudo propietario?

En todas las relaciones puede haber problemas o discrepancias, algo que también ocurre en el caso de una relación en la que una persona tiene la nuda propiedad de un inmueble y la otra tiene el usufructo. 

En estas situaciones donde se “comparte” un inmueble, es normal tener muchas dudas al respecto. Incluso dudas nuevas que surgen cada día o en momentos complicados.

Una de esas preguntas es acerca de si el usufructuario puede echar al nudo propietario. Es decir, quitarle la titularidad de la vivienda. La respuesta es que no; el usufructuario no puede echar al nudo propietario

En un usufructo, hay dos partes involucradas. Por un lado está el usufructuario, que es la persona que tiene el derecho de usar y disfrutar del bien.

Mientras que, por el otro lado, está el nudo propietario; la persona que tiene la propiedad del bien, pero cede el derecho de uso y disfrute al usufructuario. 

El usufructuario, al no ser el propietario, tiene derechos limitados sobre la propiedad y debe respetar la propiedad y los derechos del nudo propietario. Por lo tanto, no tiene el poder de echar al nudo propietario, ya que este último es el propietario legal del bien. 

No obstante, si existe algún conflicto o problema entre el usufructuario y el nudo propietario, se debe resolver a través de medios legales y conforme a lo establecido en la ley.

Por eso es tan importante que el contrato esté bien redactado, para que proteja los derechos y recoja las obligaciones de ambas partes.

¿Y al revés? ¿El nudo propietario puede echar al usufructuario?

Puede que estés en el caso contrario y te preguntes si como persona que tiene la nuda propiedad estás en tu derecho de echar al usufructuario.

Lo cierto es que hay casos en los que puedes “deshacerte de él”. Pero antes de nada, es importante poner sobre la mesa los distintos tipos de usufructuario que se pueden dar:

  • Usufructuario voluntario: es la persona que se designa de forma voluntaria tras recibir una herencia para que pueda disfrutar de los bienes recibidos con la condición de usufructo. No tiene el derecho de vender la propiedad y debe devolverla en buen estado al finalizar la condición. 
  • Usufructuario legal: la única figura reconocida como usufructo legal es la del cónyuge viudo. Este usufructo se establece por disposición legal en caso de que se quede viudo y sucede cuando muere su cónyuge. Asimismo, tiene derechos sobre una parte de la herencia dependiendo de la existencia de descendientes o ascendientes. 
  • Usufructuario temporal: en este tipo se tiene derecho de usufructo por un tiempo determinado, que puede estar especificado en el testamento. Al finalizar el período establecido, se dejará de tener el usufructo.
  • Usufructuario vitalicio: en este usufructuario su derecho de disfrute es indefinido. Normalmente, se aplica en el caso de un cónyuge viudo que permanece en la propiedad familiar hasta su fallecimiento. En el momento en el que fallece, su usufructo se extinguirá y el derecho será anulado presentando el certificado de defunción ante el Registro de la Propiedad. En otros casos se puede actuar de forma diferente en función de si se establece así en el testamento o contrato de usufructo.

Con todo esto claro, ¿cómo se podría echar al usufructuario? Digamos que, el usufructo puede extinguirse en estos casos:

  • Fallecimiento del usufructuario
  • Renuncia voluntaria del usufructuario
  • Cuando el plazo del usufructo temporal caduca

En estos casos, el nudo propietario podría echar al usufructuario. En otras circunstancias no, dado que esta figura está protegida por la ley.

Problemas comunes que pueden producirse entre nudo propietario y usufructuario

Para no sentir el deseo de querer echar a la otra persona, es importante evitar que los “problemas más frecuentes” se produzcan. Por eso creemos que viene bien ponerlos sobre la mesa, para que así los conozcas y evites caer en ellos:

  • Desacuerdos sobre cómo se utiliza la propiedad y cómo se deben compartir los espacios comunes. Lo cierto es que el derecho de uso y disfrute le corresponde al usufructuario, por lo que puede usarlo y disfrutarlo como quiera. Incluso puede alquilarlo a un tercero. 
  • Responsabilidades de mantenimiento. El usufructuario generalmente tiene la responsabilidad de mantener la propiedad en buenas condiciones y realizar las reparaciones menores que sean necesarias. Esto puede dar lugar a disputas entre ambos.
  • Venta o alquiler de la propiedad. El usufructuario tiene el derecho de alquilar la propiedad, pero esto podría afectar a los gastos de mantenimiento del nudo propietario, sobre todo si el tercero que viene no hace un uso normal de la vivienda. 
  • Duración del usufructo. El usufructuario tiene derecho a utilizar la propiedad durante un período específico, que puede ser de por vida o hasta que se cumpla un determinado hito. Sin embargo, si el usufructuario fallece antes de lo esperado, puede surgir una disputa sobre qué sucede con la propiedad después de su muerte. 
  • Derechos de los herederos. Si el usufructuario fallece, sus herederos pueden tener derechos sobre la propiedad. Esto puede complicar la situación y llevar a conflictos entre los herederos y el nudo propietario. 
  • Incumplimiento de obligaciones. Tanto el nudo propietario como el usufructuario tienen ciertas obligaciones legales y fiscales que deben cumplir. Si una de las partes no cumple con sus responsabilidades, esto puede generar descontento y disputas, haciendo que uno quiera echar al otro.
  • Cambio de circunstancias. La vida da muchas vueltas y las circunstancias personales y económicas de ambas partes pueden cambiar con el tiempo, lo que puede llevar a disputas entre las partes. 
  • Errónea interpretación de los términos del acuerdo por una de las partes. Los problemas pueden surgir si las condiciones del acuerdo de nuda propiedad y usufructo no están claras o si hay diferentes interpretaciones sobre su alcance y aplicación. Para evitar o resolver estos problemas, es esencial que ambas partes mantengan una comunicación abierta y que sea un profesional quien elabore el contrato, velando por los intereses de ambas partes, de forma justa. 

Nosotros siempre recomendamos tratar de mantener una relación de respeto y confianza entre el nudo propietario y el usufructuario, porque es así como se facilitan las cosas y se pueden evitar posibles disputas en el futuro. Todo el mundo gana.

¿Se puede vender el usufructo?

Aunque no puedes echar al nudo propietario como tal, hay otras opciones a considerar. Hoy en día, hay 3 formas de vender una casa con usufructo: 

  • Vender el pleno dominio de mutuo acuerdo: en esta opción, tanto el nudo propietario como el usufructuario deben estar de acuerdo en vender la propiedad a otra persona diferente. Al hacerlo, las dos partes recibirán un dinero por la parte que transmiten y la venta se realiza en conjunto ante un notario. Si es tu caso, es importante que te lleves bien con el nudo propietario, para que acepte la operación y no ponga ningún problema. 
  • Vender la nuda propiedad y conservar el usufructo: el usufructuario también puede optar por vender solo la nuda propiedad, permitiendo que el comprador se convierta en dueño, mientras él sigue disfrutando del derecho de uso y vivir en la vivienda. Esto antes de tener cualquier problema con el nudo propietario.
  • Vender el usufructo al nudo propietario: si el usufructuario quiere echar al nudo propietario y no puede, otra opción pasa por vender su derecho de uso al nudo propietario, quien automáticamente pasa a convertirse en dueño del pleno dominio. También existe la posibilidad de que ambas partes lleguen a un acuerdo y el usufructuario renuncie a su derecho de uso en favor del nudo propietario, esta es otra posibilidad.

¿En qué casos merece la pena vender?

Si la relación es mala entre ambas partes (nudo propietario y usufructuario), lo más inteligente puede ser quitarse del medio. Aún siendo una buena operación, lo más importante es la salud, por lo que si te produce cualquier problema de ansiedad o de estrés, es mejor vender tu parte a otra persona. 

Si bien es cierto que este tipo de operaciones hechas a prisa pueden salir mal. Pero si afecta a tu salud, deberás poner en la balanza lo que es más importante.

No obstante, no siempre está todo perdido. Hay veces en las que hablando se entienden las personas, por lo que puede que la relación todavía tenga arreglo. Lo importante es dejar todo bien por escrito en el contrato, para evitar problemas a largo plazo y que todo sea lo más fácil posible para las partes.

¿Necesitas ayuda? Recuerda que podemos ayudarte

Antes de tomar una decisión, recuerda contar con asesoramiento adecuado. Si estás en esta situación y tienes problemas con el nudo propietario o con el usufructuario, puedes enviarnos una petición rellenando el formulario que puedes encontrar en esta página.

Tu solicitud se enviará directamente a Melendos, una plataforma legal líder en España, conocida por conectar a los usuarios con abogados altamente cualificados y experimentados en la Nuda Propiedad.

Share the Post:

Related Posts